Dondequiera que se acumule, el agua sirve como base para el desarrollo de toda clase de formas de vida. Por esta razón el agua para consumo o disfrute humano requiere de ciertos cuidados y tratamientos para evitar la proliferación de aquellas que son perjudiciales para la salud. Entre las diversas sustancias químicas desinfectantes que sirven para tratar el agua la más popular es el cloro debido a su gran poder para acabar con diversos microorganismos patógenos, su alta disponibilidad y bajo precio, así como la sencillez de medición y uso.
El cloro para desinfección de piscinas se comercializa en formas diferentes, en ocasiones las marcas lo presentan mezclado con otras sustancias (antialgas específicos, bromo, antical) que potencian su capacidad y ayudan al mantenimiento general de la piscina. Las presentaciones más habituales son granulado (o polvo), tabletas (pastillas), líquido o gas. La elección de un formato u otro dependerá tanto del tamaño de nuestra piscina como de uso, las recomendaciones que se hacen aquí van dirigidas a piscinas privadas con un uso y aforo moderados. Para el mantenimiento de piscinas públicas, o privadas con uso intenso y gran afluencia de personas es aconsejable recurrir a un profesional.
Cloro granulado / en polvo
Es la presentación habitual para el dicloro, llamado normalmente cloro rápido o de choque. Siempre se aconseja la utilización de cloro rápido para el arranque (supercloración) de una piscina, es decir, el primer tratamiento después de un periodo largo de uso o tras algún acontecimiento que haya podido deteriorar la calidad del agua (lluvias intensas, muchos bañistas, etc…). De este modo la regla general para la supercloración es:
Arranque, antes del primer uso de la piscina o tras un largo periodo sin tratamiento.
Siempre que se aprecie una falta de transparencia en el agua.
La cantidad de cloro rápido para el tratamiento de supercloración es de 10g por m3 de agua. Esta dosis dependerá de las características particulares de cada piscina, el clima, etc… Dos horas después de aplicar el cloro de arranque será necesario comprobar que el pH del agua se mantenga entre 7.2 y 7.6, haciendo las correcciones necesarias.
El cloro granulado también se puede usar para el mantenimiento diario de la piscina. La cantidad necesaria es de unos 2g por m3 de agua y día.
Tanto la supercloración como el mantenimiento diario deben hacerse sin presencia de bañistas, preferiblemente al atardecer para evitar que el cloro se evapore demasiado rápido. Puede aplicarse tanto con skimmer, como repartiendolo por la superficie de la piscina disolviendo previamente en agua.
Es muy importante evitar el contacto del cloro con ojos y mucosas, así como evitar respirar el vapor que emana al disolverlo, ya que puede causar irritación. Si no se utiliza un skimmer debe prestarse especial atención a la hora de disolver en el agua antes de repartirlo, ya que los granos en suspensión pueden afectar a la maquinaria de la piscina.
Cloro en tabletas / pastillas
Es la presentación habitual del tricloro, o cloro lento. Si bien no se recomienda para el arranque, ya que el cloro se va disolviendo poco a poco con el tiempo, es ideal para el mantenimiento en el tiempo. La aplicación pasa de ser diaria a semanal (puede durar incluso 10 días, siempre dependiendo de la intensidad del uso de la piscina). Las tabletas se suelen ofrecer en tres presentaciones: 200g, 250g y 500g.
El tratamiento se realiza con una periodicidad semanal, ya que las pastillas se disuelven lentamente y el cloro se mantiene durante más tiempo en el agua. Dependiendo del tamaño de la piscina se recomienda:
- 200g para 15m3 / semana
- 250g para 20m3 / semana
- 500g para 50m3 / semana
Para el uso de cloro en tabletas es indispensable la utilización de skimmers y de mecanismos de circulación del agua (depuradora) con un funcionamiento diario. Es importante usarlo tan solo en piscinas de materiales cerámicos, ya que el tricloro puede dañar aquellas que estén pintadas o fabricadas con liner, poliéster o vinilo.
Además del mantenimiento semanal es recomendable realizar supercloración con cloro rápido en el arranque, así como cuando se aprecie una falta de transparencia en el agua.
Cloro líquido
El hipoclorito sódico se presenta en estado líquido. Se disuelve rápidamente y es muy eficaz para el tratamiento de choque. Requiere mayor precaución que el cloro granulado en la manipulación y almacenaje, también es más corrosivo y no se recomienda su uso para piscinas no cerámicas.
La dosis aproximada para el tratamiento inicial es de 1l por cada 10m3 de agua, pasadas 2 horas se hará la comprobación de pH y su corrección si el valor no está entre 7.2 y 7.6.
Para el mantenimiento diario será necesario aplicar 0.5l de cloro por cada 10m3 de agua.
Es muy importante evitar el contacto del cloro con ojos y mucosas, así como evitar respirar el vapor que emana al aplicarlo, ya que puede causar irritación.
Minipiscinas
Para el mantenimiento de piscinas pequeñas, de menos de 7m3, es mejor utilizar cloro granulado. Este formato es muy sencillo de medir y almacenar sin riesgo, y permite el tratamiento de arranque y la cloración diaria.
Nivel de pH
Un nivel de pH en el agua inadecuado puede causar molestias al contacto con ojos y mucosas, además de hacer menos eficaz la desinfección con cloro. Es importante medir regularmente y comprobar que los valores de pH se sitúen entre 7.2 y 7.6, y siempre tras un tratamiento de supercloración, ya que puede alcalinizar el agua (elevar el pH por encima de 7.6).
Nivel de cloro
El cloro demasiado concentrado es perjudicial para la salud, pudiendo causar desde molestias hasta complicaciones severas por intoxicación. Es importante medir a diario el nivel de cloro para asegurarse que se mantiene en un rango entre 0.5 y 2 mg/l. Un nivel demasiado bajo de cloro supondrá una desinfección pobre del agua, y un valor demasiado alto puede poner en riesgo la salud de los bañistas. Si el valor se encuentra por encima de 2 se debe evitar el baño hasta que el cloro se evapore.
Una valor de medición de 5mg/l o mayor puede requerir varios días de reposo para que se evapore el exceso de cloro o el uso de reductores de cloro. Lo ideal es no llegar a esta situación cuidando las mediciones regulares y las dosis, siendo muy recomendable llevar un calendario con las fechas y cantidades de cada tratamiento. Si se diera el caso es muy importante no bañarse bajo ninguna circunstancia en un agua con esa cantidad de cloro.
Evaporación
Cuando actúa el cloro pasa de estado líquido a gaseoso y termina evaporándose. Cuanto mayor es la temperatura más rápido actuará el cloro, pero también se evaporará más rápido. En las piscinas pequeñas la evaporación también es más rápida debido al volumen de agua.
Los productos químicos utilizados en las piscinas han de almacenarse en un lugar con las medidas de seguridad adecuadas, según lo establecido en la legislación vigente sobre almacenamiento de productos químicos o en su caso, según lo contemplado en su Ficha de Datos de Seguridad, que siempre estará a disposición del personal de mantenimiento y de la autoridad competente.