Mantener mi piscina

consejos para cuidar el agua y conseguir un entorno seguro para el baño
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El agua tiene demasiado cloro, hay evitar el baño hasta que se reduzca a un nivel seguro (por debajo de 1.5mg/l).
¡¡El nivel de cloro es demasiado alto!! El baño en estas condiciones es muy peligroso, espere a que se reduzca o utilice un reductor de cloro.
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¿Qué es el cloro? ¿Cómo aplicarlo?

El cloro es una sustancia química con un gran poder desinfectante, es muy importante utilizarlo con cuidado.

¿Qué es el pH? ¿Cómo manterlo?

Un nivel de acidez puede causar irritación en mucosas y ojos, también dificulta la limpieza de nuestra piscina.

Cuidados de una mini piscina

Las piscinas pequeñas requieren los mismos cuidados que las normales, pero pueden venirte bien algunos consejos.

Depuradora de agua

Una depuradora consiste en una bomba que impulsa el agua a través de un filtro y la devuelve libre de impurezas a la piscina.

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Mantenimiento

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Cloro

Dondequiera que se acumule, el agua sirve como base para el desarrollo de toda clase de formas de vida. Por esta razón el agua para consumo o disfrute humano requiere de ciertos cuidados y tratamientos para evitar la proliferación de aquellas que son perjudiciales para la salud. Entre las diversas sustancias químicas desinfectantes que sirven para tratar el agua la más popular es el cloro debido a su gran poder para acabar con diversos microorganismos patógenos, su alta disponibilidad y bajo precio, así como la sencillez de medición y uso.

El cloro para desinfección de piscinas se comercializa en formas diferentes, en ocasiones las marcas lo presentan mezclado con otras sustancias (antialgas específicos, bromo, antical) que potencian su capacidad y ayudan al mantenimiento general de la piscina. Las presentaciones más habituales son granulado (o polvo), tabletas (pastillas), líquido o gas. La elección de un formato u otro dependerá tanto del tamaño de nuestra piscina como de uso, las recomendaciones que se hacen aquí van dirigidas a piscinas privadas con un uso y aforo moderados. Para el mantenimiento de piscinas públicas, o privadas con uso intenso y gran afluencia de personas es aconsejable recurrir a un profesional.

Cloro granulado / en polvo

Es la presentación habitual para el dicloro, llamado normalmente cloro rápido o de choque. Siempre se aconseja la utilización de cloro rápido para el arranque (supercloración) de una piscina, es decir, el primer tratamiento después de un periodo largo de uso o tras algún acontecimiento que haya podido deteriorar la calidad del agua (lluvias intensas, muchos bañistas, etc…). De este modo la regla general para la supercloración es: Arranque, antes del primer uso de la piscina o tras un largo periodo sin tratamiento. Siempre que se aprecie una falta de transparencia en el agua.

La cantidad de cloro rápido para el tratamiento de supercloración es de 10g por m3 de agua. Esta dosis dependerá de las características particulares de cada piscina, el clima, etc… Dos horas después de aplicar el cloro de arranque será necesario comprobar que el pH del agua se mantenga entre 7.2 y 7.6, haciendo las correcciones necesarias.

El cloro granulado también se puede usar para el mantenimiento diario de la piscina. La cantidad necesaria es de unos 2g por m3 de agua y día.

Tanto la supercloración como el mantenimiento diario deben hacerse sin presencia de bañistas, preferiblemente al atardecer para evitar que el cloro se evapore demasiado rápido. Puede aplicarse tanto con skimmer, como repartiendolo por la superficie de la piscina disolviendo previamente en agua. Es muy importante evitar el contacto del cloro con ojos y mucosas, así como evitar respirar el vapor que emana al disolverlo, ya que puede causar irritación. Si no se utiliza un skimmer debe prestarse especial atención a la hora de disolver en el agua antes de repartirlo, ya que los granos en suspensión pueden afectar a la maquinaria de la piscina.

Cloro en tabletas / pastillas

Es la presentación habitual del tricloro, o cloro lento. Si bien no se recomienda para el arranque, ya que el cloro se va disolviendo poco a poco con el tiempo, es ideal para el mantenimiento en el tiempo. La aplicación pasa de ser diaria a semanal (puede durar incluso 10 días, siempre dependiendo de la intensidad del uso de la piscina). Las tabletas se suelen ofrecer en tres presentaciones: 200g, 250g y 500g.

El tratamiento se realiza con una periodicidad semanal, ya que las pastillas se disuelven lentamente y el cloro se mantiene durante más tiempo en el agua. Dependiendo del tamaño de la piscina se recomienda:

  • 200g para 15m3 / semana
  • 250g para 20m3 / semana
  • 500g para 50m3 / semana

Para el uso de cloro en tabletas es indispensable la utilización de skimmers y de mecanismos de circulación del agua (depuradora) con un funcionamiento diario. Es importante usarlo tan solo en piscinas de materiales cerámicos, ya que el tricloro puede dañar aquellas que estén pintadas o fabricadas con liner, poliéster o vinilo.

Además del mantenimiento semanal es recomendable realizar supercloración con cloro rápido en el arranque, así como cuando se aprecie una falta de transparencia en el agua.

Cloro líquido

El hipoclorito sódico se presenta en estado líquido. Se disuelve rápidamente y es muy eficaz para el tratamiento de choque. Requiere mayor precaución que el cloro granulado en la manipulación y almacenaje, también es más corrosivo y no se recomienda su uso para piscinas no cerámicas.

La dosis aproximada para el tratamiento inicial es de 1l por cada 10m3 de agua, pasadas 2 horas se hará la comprobación de pH y su corrección si el valor no está entre 7.2 y 7.6.

Para el mantenimiento diario será necesario aplicar 0.5l de cloro por cada 10m3 de agua.

Es muy importante evitar el contacto del cloro con ojos y mucosas, así como evitar respirar el vapor que emana al aplicarlo, ya que puede causar irritación.

Minipiscinas

Para el mantenimiento de piscinas pequeñas, de menos de 7m3, es mejor utilizar cloro granulado. Este formato es muy sencillo de medir y almacenar sin riesgo, y permite el tratamiento de arranque y la cloración diaria.

Nivel de pH

Un nivel de pH en el agua inadecuado puede causar molestias al contacto con ojos y mucosas, además de hacer menos eficaz la desinfección con cloro. Es importante medir regularmente y comprobar que los valores de pH se sitúen entre 7.2 y 7.6, y siempre tras un tratamiento de supercloración, ya que puede alcalinizar el agua (elevar el pH por encima de 7.6).

Nivel de cloro

El cloro demasiado concentrado es perjudicial para la salud, pudiendo causar desde molestias hasta complicaciones severas por intoxicación. Es importante medir a diario el nivel de cloro para asegurarse que se mantiene en un rango entre 0.5 y 2 mg/l. Un nivel demasiado bajo de cloro supondrá una desinfección pobre del agua, y un valor demasiado alto puede poner en riesgo la salud de los bañistas. Si el valor se encuentra por encima de 2 se debe evitar el baño hasta que el cloro se evapore.

Una valor de medición de 5mg/l o mayor puede requerir varios días de reposo para que se evapore el exceso de cloro o el uso de reductores de cloro. Lo ideal es no llegar a esta situación cuidando las mediciones regulares y las dosis, siendo muy recomendable llevar un calendario con las fechas y cantidades de cada tratamiento. Si se diera el caso es muy importante no bañarse bajo ninguna circunstancia en un agua con esa cantidad de cloro.

Evaporación

Cuando actúa el cloro pasa de estado líquido a gaseoso y termina evaporándose. Cuanto mayor es la temperatura más rápido actuará el cloro, pero también se evaporará más rápido. En las piscinas pequeñas la evaporación también es más rápida debido al volumen de agua.

Los productos químicos utilizados en las piscinas han de almacenarse en un lugar con las medidas de seguridad adecuadas, según lo establecido en la legislación vigente sobre almacenamiento de productos químicos o en su caso, según lo contemplado en su Ficha de Datos de Seguridad, que siempre estará a disposición del personal de mantenimiento y de la autoridad competente.

pH

Una de las tareas más importantes para el mantenimiento de nuestra piscina es comprobar y corregir el nivel de pH del agua. La escala de pH nos permite saber si una sustancia es más ácida o más básica en un rango que va de 0 a 14. En el extremo de mayor nivel de acidez está el 0, donde encontraríamos al ácido clorhídrico. En el otro extremo, el 14 es el máximo nivel de alcalinidad, donde se sitúa el hidróxido de sodio (sosa caústica). El pH del agua pura es 7, justo en el centro, y lo llamamos pH neutro: no es ni ácido ni alcalino.

Cuando disolvemos una sustancia en agua el pH de esta sustancia afecta al del agua, de modo que si añadimos un ácido el pH del agua bajará obtendremos un agua ácida. Por ejemplo el agua de lluvia tiene un pH de 5.6 debido al C02 que disuelve en la atmósfera al caer. Si añadimos una sustancia alcalina al agua su pH aumentará, obteniendo un agua alcalina. Como ahora explicaremos en detalle el pH ideal del agua para una piscina es ligeramente alcalino debido a la presencia de las sustancias clorantes.

Ácido - base

Las sustancias ácidas y las sustancias alcalinas reaccionan químicamente entre sí, en las llamadas reacciones ácido-base. El resultado de estas reacciones depende tanto del pH de las sustancias como de su concentración en el agua. La concentración de una sustancia disuelta es la cantidad de dicha sustancia por volumen de agua, si hay muy poca cantidad disuelta en mucha agua diremos que la concentración de la sustancia es baja, sin embargo si hay mucha cantidad en poca agua diremos que la concentración es alta.

Cuando mezclamos dos sustancias opuestas la reacción química que se produce desplazará el pH del resultado en función de el pH de las sustancias y su concentración. Lo que necesitamos saber para corregir el pH del agua de nuestra piscina es que para compensar un pH bajo tenemos que añadir una sustancia alcalina, y para compensar un pH alto tenemos que añadir una sustancia ácida. A continuación detallamos qué sustancias se utilizan y las cantidades que hay que utilizar.

pH Ideal

El pH adecuado para una piscina se encuentra entre 7.2 y 7.6. Un nivel demasiado ácido, por debajo de 7.2 puede causar irritación en ojos y piel así como corrosión en los elementos metálicos de nuestra piscina. Un nivel demasiado alcalino, por encima de 7.6 puede disminuir la efectividad de la desinfección, causar irritación en ojos y piel y producir depósitos de cal.

Dependiendo del tipo de cloro que utilicemos para desinfectar el agua afectaremos al nivel de pH de diferentes manera. Este efecto es más evidente con el tratamiento inicial o de choque (ver supercloración) ya que la concentración de producto es mucho mayor que utilizada en el mantenimiento diario o semanal. Al utilizar cloro líquido estaremos añadiendo hipoclorito sódico, esta sustancia es muy alcalina y puede elevar el pH del agua. Al añadir cloro en tabletas estaremos añadiendo un ácido, el tricloroisocianúrico, que puede disminuir el pH del agua. El cloro granulado, dicloro, tiene un pH cercano al 7, por lo que no afectará apenas al pH del agua.

pH ácido

Si el pH de nuestra piscina está por debajo de 7.2 tendremos un agua de neutra (en 7) a ácida (por debajo de 7). El cloro en estas condiciones actuará más rápido y durará menos tiempo, favorecerá la aparición de algas y puede llegar a tener efectos negativos para los bañistas. Para compensar la acidez del agua tendremos que añadir una sustancia alcalina: un incrementador.

El carbonato sódico es un químico alcalino que se comercializa como incrementador. La dosis recomendada es de 180g por cada 25m3 y décima de corrección. Es decir, para subir el ph del agua de 7.0 a 7.2 en una piscina de 50m3 necesitaremos 720g. Este cálculo es sencillo utilizando nuestra calculadora de pH.

El incrementador se presenta granulado o en el polvo y para aplicarlo es necesario diluirlo en agua y repartirlo por la piscina en ausencia de bañistas.

pH básico

Si el pH de nuestra piscina está por encima de 7.6 tendremos un agua demasiado alcalina. El cloro actuará más lentamente y se irá acumulando, la mayoría de las bacterias patógenas se desarrollan en ambientes alcalinos, y si el nivel es excesivamente alto puede llegar a causar irritación en los bañistas y depósitos de cloro en los aparatos de filtración. Para compensar la alcalinidad del agua tendremos que añadir una sustancia ácida: un reductor.

El ácido clorhídrico se comercializa como reductor disuelto al 20% (aguafuerte). Debemos tener mucha precaución tanto en su aplicación como en su almacenamiento. La dosis recomendada para reducir en una décima el pH de 25m3 de agua es de 0.5l. Es decir, para bajar el ph del agua de 7.8 a 7.6 en una piscina de 50m3 necesitaremos 2l de reductor.

El reductor se presenta en formato líquido y para aplicarlo es recomendable diluirlo en agua y repartirlo por la piscina en ausencia de bañistas.

Medición

Es importante medir regularmente el pH de nuestra piscina y siempre después de cada supercloración.

Los productos químicos utilizados en las piscinas han de almacenarse en un lugar con las medidas de seguridad adecuadas, según lo establecido en la legislación vigente sobre almacenamiento de productos químicos o en su caso, según lo contemplado en su Ficha de Datos de Seguridad, que siempre estará a disposición del personal de mantenimiento y de la autoridad competente.